Todo está encaminado para que Daenerys, la conquistadora, tomé por la fuerza Poniente.
Ella convence con hechos a todos los que la cuestionan. Tiene tal vez, en su conjunto, el ejército más grande y el más poderoso de los Siete Reinos, e incluye tres feroces dragones que puede controlar. Ahora va en busca de su trono ¿podrán pararla?
Blood of my Blood fue un capítulo de esos parsimoniosos
donde sin muchos hechos, las cosas comienzan a virar sutilmente hacía un eje de
conflicto, cuya resolución no será menos que problemática: El rey Tommen toma
partido por unir la religión con la política, dejando relegados y humillados a
sus padres. Situación de tensión y un claro triunfo para el Gorrión Supremo.
Ayra toma una decisión sobre su futuro, es indudable que la menor de las Stark no puede olvidar su pasado, algo que puede poner en riesgo su vida ¿Podrá Ayra deshacerse de sus mentores, saliendo ilesa?
Por otro lado, la aparición de Benjen Stark, hermano de Ned, abre un nuevo interrogante acerca del futuro de Brand. ¿Qué es lo que sabe? ¿Cómo podrá guiar al “cuervo de tres ojos” a cumplir con su misión?
Dispuestas así las cosas, el próximo episodio se llamará “The Broken Man”
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