11 de mayo de 2015

|Análisis| Game of Thrones: Kil the boy.


Parecen momentos de una apacible calma en la serie de Geroge R.R Martin. Sin embargo los escenarios se van preparando para sumergirse en un lago de sangre y ambición por tomar el trono de hierro.

Por un lado, el camino de Daenerys va virando hacía la reunificación de su reinado en Mareen. Para eso, propone casarse con un representante de las familias más antiguas del lugar. ¿Con qué fin? Controlar su ejército. Contener a su gente. Buscar respeto.

El joven Jon Snow, debe dejar de ser el niño que llegó de Invernalia y tomar decisiones que pueden hasta cuestionar su liderazgo dentro de la Guardia de la Noche. Una posible fusión con el ejército de los “Salvajes” parece ofuscar a varios de sus compañeros y hasta enoja a muchos de sus íntimos. Sin emabargo, su pensamiento es mucho más global y táctico. “El invierno se acerca”, es la frase que Jon utiliza convencer a Tormund “MataGigantes” de que su pueblo se una en la lucha contra los “caminantes blancos”.

Stannis parte para Invernalia. Lugar donde Sansa Stark está aguardando el momento indicado para vengar a sus familiares. 
Mientras que el hijo de Lord Bolton, Ramsay, hace gala de su adiestramiento para con Theon Greyjoy, a este la presciencia de la mayor de la Satrk parece haberle removido algunos de sus recuerdos más ocultos.
Clima de tensión en el Norte ¿Podrán resistir los Bolton la afrenta de Stannis?

Por otro lado, Sir Jorah Mormont, mientras traslada en una embarcación a Tyrion Lannister es alcanzado por uno de los “hombres de Piedra” y su destino parece estar sellado. ¿Resistirá? ¿Podrá lograr el perdón de Daenerys?

Las demás historias continuarán el próximo episodio. Seguramente el panorama se irá cerrando y el escenario se pondrá a disposición de la guerra, de la sangre y del poder.


@Adictos_EnSerie  

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